EL SEÑOR DE TRES MORROS

sTATEMENT

“Un pueblo oculto al costado de la ruta, casi abandonado, rodeado de montañas. Ahí vivía este señor que cuidaba de las casas vacías del pueblo, junto a su perro. Nunca supimos su nombre, pero en la charla con él descubrimos lo contento y agradecido que estaba de estar ahí y de recibir gente (pero solo de vez en cuando). Disfrutaba de la soledad, del viento norteño, de las montañas con infinitos colores, del ladrido de su perro.

A veces en las grandes ciudades nos olvidamos de la hospitalidad, de la importancia del contacto con la naturaleza en el día a día, o de compartir lo que disfrutamos con otros. Las pequeñas cosas.

En Tres Morros, desde la humildad y la austeridad en la que vivía este señor con su perro, recordé que no hay que olvidarse agradecer por todas esas cosas, y compartirlas con la gente que queremos

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